Pasando la nota curiosa, uno se pone a pensar, tan mal está este sistema económico -o tan bien según se vea- que hay gente que se gana la vida poniéndose un disfraz de ratón, conejo, pato, teletubbie, o como se ve en el caso de este post, de cerveza.
Yo particularmente no trabajaría haciendo eso a menos que sea estrictamente necesario y la verdad, ver caminar a una cerveza por las calles de Cracovia, pues infunde respeto.
En próximos ejemplares de este magnánimo espacio, si se puede y si los dioses no juegan en contra de uno, les presentaré a la mujer tenedor de Mc Donald's
Acá en Buenos Aires había, hace un par de años, unas empanadas caminantes. Valientes hombres que se organizaban en grupos y cuando el semáforo se ponía en rojo, aparecían mientras sonaba una música que los obligaba a bailar disfrazados de empanadas.
ResponderEliminarSe hicieron muy famosas y después hasta pusieron a las empanadas mujeres! Que tenían la boca pintada y tremendas pestañas (y bailaban mejorcito)-
El caso es que un amigo tenía un conocido que laburaba de empanada. Empezó a salir con una chica y después de un año y medio de noviazgo le confesó a mi amigo, que la chica no sabía que él era una empanada.
Jajajaj!
Y andaba pidiendo consejo para ver cómo hacía para contarle! jajaja
Laura: Es un trabajo jodido, como le dices a tu mujer: "mi amor, ya me planchaste el traje de birra? es que llego tarde al trabajo" al menos una cerveza tiene status, pero una empanada? jajaja
ResponderEliminarJajaja Si! Terrible... Pero seguro esa gente debe tener muy buenas anécdotas.
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